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viernes, octubre 17, 2008

Natalia París en la defensa de revolver, Julio Fierro

Renovada, divina, llena de proyectos y con el corazón abierto, la modelo conversó con Aló, por última vez, de su pasado al lado de Julio César Correa, alias 'Julio Fierro'.

La modelo y empresaria habla con esa voz pausada y suavecita que ha suscitado tantas coletillas y cautiva con esa blonda fascinación, que durante casi veinte años la ha tenido en la cima como la MÁS, como el referente de miles de adolescentes curvilíneas que anhelan poseer su estrella...

Como el ave fénix, tras sortear un año de separación de su anterior pareja, de circular en el ojo público por culpa de las acusaciones de una 'madame', que tuvo que retractarse, y de verse falsamente retratada en la pantalla chica, gracias a 'El Cartel', ella renace de las cenizas y decide hablar, por última vez, de él: de su gran amor.
Y Natalia París lo hace porque Mariana ya tiene siete años y cada vez plantea más preguntas... Sin embargo, su dulce y virtuosa mamá le habla de ese hombre amoroso, tierno y buen papá del que se enamoró a los 22 años.

Natalia quiere cerrar ese sombrío capítulo que la persigue a sol y sombra y sincerarse... ¿Prepago? "Nunca". Pero, sí una niña ingenua que lo tenía todo: fama, dinero, reconocimiento y que sencillamente se enamoró. ¿Del que no debía? "Sí, de la persona equivocada...", pero que le regaló a esa pequeñita de ojos y dientes grandes, de pelo liso, mirada insondable y piel de seda: a su amada Mariana.

Natalia tiene callo, ya no se encierra a llorar cuando escucha comentarios malintencionados...
Ahora vive una vida más metafísica. Pero no puede hacerse la loca y negar que él, el gran amor de su vida, también era narcotraficante.

La bellísima modelo decidió aclarar que el hombre que retratan en 'El Cartel' no es más que un 'monigote, que nunca existió'.


¿Cómo era Julio?

Era un hombre tierno, enamorado, guapo, exageradamente buen papá y sobreprotector, le encantaba ser muy burlón... Era sagitario, un hombre alegre, muy chévere.

¿Cuando empezó el enamoramiento nunca sospechó que él estaba metido en negocios turbios?

Cuando les cuento la historia a mis amigos, me burlo y me río de mí misma, porque era una niña, muy ingenua, muy enamorada... que andaba al lado de su mamá toda la vida y que se enamoró de un hombre bueno, de familia, inteligente, preparado, pero que supo actuar bien como empresario y esconder su otra faceta...

Cuando me di cuenta, ya estaba encarretadísima, aunque tampoco era como lo ponen en televisión.

¿Cómo lo conoció?

En un gimnasio de Medellín, haciendo ejercicio. Me gustó porque era guapísimo. Era un hombre culto y tenía una sonrisa y unos dientes hermosos. Su encanto era su ángel: sonreía y se le iluminaba la cara.

¿Cuándo se enamoraron?

En el gimnasio había un grupo de buceo, me inscribí y él también pertenecía, porque se había graduado como buzo profesional. Nos fuimos de excursión a Santa Marta para hacer las primeras inmersiones y nos enamoramos en el mar y como uno suele hacerlo a los 22 años, con locura y entrega total, sin pensar en nada, sino viviendo el día a día. Con cosquillitas en la barriga y el corazón totalmente entregado.

¿No se cuestionaba por nada?

A los 22 uno no piensa realmente en las consecuencias de nada, uno no piensa si es la persona que le conviene o no, porque uno no está pensando en casarse, en el papá de sus hijos, en agradarle a los papás, uno en ese momento vive el momento que es y punto.

Uno antes se enamoraba mucho más fácil que ahora, porque ponía el corazón y ya. Ahora es mucha cabeza, analizo absolutamente todo.

¿Qué decía su mamá?

Me hizo la guerra y con toda la razón, como toda mamá y con todo el derecho, pero yo creía que estaba en lo correcto...

¿Se distanciaron?

Sí, asumí una actitud de rebeldía tenaz; pobre mi mamá. Lo manejé con la inmadurez que uno maneja las cosas a esa edad, no fue la manera correcta, con imposiciones y sin fundamentos.

¿Cómo se la llevaban ellos?


Él siempre trataba de agradarla, de hablar con ella, pero mi mamá inició una guerra: me ponía horarios ridículos y si yo no llegaba a esa hora en punto, me estaba esperando y hacia subir a Julio al apartamento y lo sentaba y le decía: 'mire, aquí la que manda soy yo'. Me regañaba mucho, pero aunque ella no lo reconoce, sé que le alcanzó a coger cariño porque él demostraba que me quería, que era noble y siempre le llevaba la idea.

¿Los regalos de él eran deslumbrantes?

La verdad es que yo trabajo desde muy chiquita y siempre me ha ido muy bien laboralmente. Mi familia es modesta, pero nunca nos ha faltado nada; mi mamá es abogada y siempre ha trabajado y lo que yo quería, me lo podía comprar. Si quería una joya, una cartera o lo que fuera, yo misma me lo podía regalar.

¿Cuándo decidieron tener un bebé?

No lo decidimos, llevábamos dos años de novios y quedé embarazada. Todavía vivía con mi mamá, ya tenía cuatro meses y no se me notaba la barriguita... Mi abuela y mi hermano sabían, menos mi mamá, y no tenía el coraje para decírselo.

Un día el novio de ella, que es como mi papá, me preguntó si me compraba alguna pastilla para el insomnio y yo le dije que no, porque no podía tomar pastillas embarazada... Así les conté. Mi mamá dejó de hablarme una semana, pero un día me dejó unos tenicitos encima de la cama con una nota que decía: 'Dios te bendiga'.

¿Le cambió la vida ese bebé?

Fue como una sensación de mucha felicidad, pero a la misma vez de mucha incertidumbre. Tenía un contrato millonario con la cerveza Cristal Oro y en tres meses debía grabar otro comercial, pero para ese momento ya iba a tener siete meses. Sin embargo Julio me apoyó: lloraba de la emoción de ser papá y me decía: 'casémonos, vamos a tener este hijo, es lo más bonito que me ha pasado en la vida'.

¿Cuándo inician una vida juntos?

Seguí viviendo con mi mamá, pero ella lloraba todos los días, sufría y esto lo quiero contar porque estoy segura que a muchas niñas les ha pasado lo mismo y aunque ahora ella no ve por otros ojos que no sean los de Mariana, me hizo sentir muy culpable. A los seis meses nos fuimos a vivir a Miami, para tener a Mariana allá. Y yo soy paisa y me gustaba atenderlo y consentirlo. Vivíamos felices, me adoraba y me trataba divino.

¿Alguna vez la maltrató?

Eso que muestran en la serie de que me pegaba es pura paja; me adoraba, me trataba divino y nunca me faltó al respeto. Al contrario, durante mi embarazo me daban antojos de comer salchichón con limón todas las noches y él salía a la calle a conseguírmelo como fuera. Estábamos superenamorados y vivíamos una vida cómoda en Miami, pero sin lujos, ni siquiera teníamos empleada, ambos limpiábamos la casa.

¿Nunca se sintió perseguida o quiso tirar la toalla?

Una vez mi mamá me preguntó si no me arrepentía de todo lo que me había tocado vivir, por haberme metido con Julio, y yo le respondí: 'no me arrepiento nunca, porque no tendría a Mariana', y ella se quedó pensando y me dijo: 'tiene razón, no tendríamos a Mariana, que es la vida de todos'. Fueron días complicados, pero los asumí con valentía.

¿Usted sabìa que él era informante?

Él nunca me contó que estaba negociando con las autoridades norteamericanas y me enteré de todo cuando él desapareció...

¿Cómo se enteró de su muerte?

Durante dos meses creí que estaba secuestrado, sufriendo y muy mal, pero ya estaba muerto...

¿Y cómo la asumió?

Fue terrible, me quedé sin nada y lo peor es que Mariana apenas tenía ocho mesecitos. Como yo, cuando mi papá murió en un accidente aéreo. Cuando él se fue... Me vi acorralada, sola, y pensé que mi carrera había llegado hasta ahí. Los clientes me quitaron el apoyo de las campañas, no tenía trabajo, casa, ni plata y todos me señalaban. A veces abrazaba a Mariana y me sentaba a llorar y llorar, no sabía para dónde encaminar mi vida, estaba muy triste, pero los niños lo van guiando a uno.

¿De que se apegó?


De lo único que tenía materialmente, que era el bronceador. Me dediqué a sacar más y más productos. Me vine a Colombia con la niña, hicimos fotos, canjes con las cadenas grandes de supermercados y cambiaba días enteros de autógrafos, si me codificaban el producto en los almacenes. Fue duro, pero lo logré.

¿Y el modelaje?

Incluso, hasta sin visa, he hecho comerciales para todo Estados Unidos, porque tengo un ángel muy grande. Ahora hablo de eso y me río y ha sido duro, pero eso fue lo que me tocó vivir y lo he aceptado y me ha hecho madurar mucho, crecer, acercarme a Dios y sé que de aquí en adelante lo que sigue es bueno porque si uno esta al lado de Dios, todo le fluye.

Cree que si esto no le hubiera pasado ¿su carrera sería aun más exitosa?

Nací en Medellín, una ciudad en donde los pelados que van al gimnasio, los que estudian con uno, muchos tienen algo qué ver con el narcotráfico y más en los 90. No es que me quiera limpiar, pero ya es hora de que vayamos cambiando de tema: le han hecho película, le han sacado libros, es momento de darle vuelta a la página.

¿El pasado quedó atrás? Sí, lo importante es lo que uno esté haciendo ahora. La única manera para asegurar el futuro es vivir el presente lo mejor posible, entonces me rodeo de gente buena, tengo claro quién soy yo y ya ni siquiera me afecta lo bueno que digan de mí, ni tampoco lo malo. Al contrario, las críticas me siguen dando fortaleza para no bajar la guardia en lo que estoy construyendo, en tratar de ser mejor mamá, una buena profesional, en ser puntual, en ser buena mujer.

¿Su empresa crece cada vez más?

El bronceador se vende superbien, además tengo aceites con aromaterapia, perfumes de mujer, de hombre y voy a lanzar una línea para niñas. Ya tengo 25 productos.

¿Mariana sabe de 'El Cartel'?

Uno no está preparado para estas cosas, a uno no lo mandaron con un manual de cómo ser mejor mamá, pero busqué un psicólogo y me ha guiado para afrontar esos temas con Mariana, que últimamente por culpa de la serie empezó a tener más preguntas, cuestionamientos que nunca se había hecho.

¿Qué sabe ella de su papá?

Lo que yo le he mostrado. Por ahí tengo una grabación y el papá nos está grabando a mí y a Mariana y nos dice que nos ama. Le muestro las fotos y Julio sale muerto de la risa en todas. Ella sabe que su papá era un tipo chévere, buen papá. Y Mariana es igual de graciosa a él.

Aló


1 comentario:

Anónimo dijo...

EN EL CARTEL QUIEN ERA JULIO FIERRO?¿?¿

ES QUE NO LO VI COMPLETO LO VI POR DIAS!!!

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